martes, 11 de enero de 2011

Ojos que no ven


La fotografía que os presento es un cartel publicitario de la revista erótica Penthouse.

La imagen no es más que el retrato de un ojo, pero simulando a una vagina. El ojo, hinchado y lloroso, y visto en vertical, parece una vagina excitada. Y es tal el realismo con el que está logrado que en Bulgaria fue censurada.

La razón por la que la he escogido es pensar acerca de cómo una imagen sin ningún tipo de contenido erótico, como puede ser un simple ojo, puede llegar a ser censurada por simular otro órgano, en este caso la vagina.

Cabe decir que las imágenes que dan a entender algo sexual o erótico adquieren mayor polémica. Está claro que este ojo no está en estado normal, lo que le intenta aportar a la vagina erotismo. Por lo tanto, es más inadmisible algo que simule la excitación que algo que meramente retrate un órgano sexual. Aún así, tampoco es común ver órganos sexuales en espacios públicos, por lo menos no tan explícitamente.      

Por lo tanto, el hecho de querer ser políticamente correctos llega a tal extremo, que en vez de admitir esa imagen y tomarla como un ojo, y allá cada cual que vea lo que quiera, se le da mayor importancia a la simulación de la vagina y llega a censurarse.

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